sábado, 6 de septiembre de 2014

Warcraft III - Campaña de los Humanos

El Azote de Lordaeron

La Advertencia
Un cuervo cruza montañas nevadas y un cañón desértico, y llega hasta un enorme castillo junto a un lago. Allí, un grupo de sabios discuten intensamente.
-"Nos han informado de que los orcos se están reagrupando."
-"Los recientes ataques contra los campos de internamiento son suficiente evidencia."
-"Estoy de acuerdo, la Horda está avanzando."
-"¡Eso es absurdo! Mi nación no se quedará de brazos cruzados mientras la Horda se acerca."
-"Los orcos no son nuestra principal preocupación. ¿Cuántas veces debo repetirlo? Rey Terenas, debes tener en cuenta mi advertencia. Esta plaga que ha arrasado las tierras del norte podría crecer nefastamente."
-"¿Plaga? Tus brujos están paranoicos."
El rey se fija en el cuervo, que se posa en medio de la sala.
-"Tengamos en cuenta todo esto. Incluso si esta plaga no supone una amenaza para nosotros."
-"¿Qué propones que hagamos?"
-"Es simple, como he dicho, los Kirin Tor están preparados para poner poner a los aldeanos bajo estricta cuarentena."
-"No ordenaré la cuarentena sin tener pruebas de vuestras palabras, embajador. El pueblo de Lordaeron ya ha sufrido mucho como para convertirse en prisioneros en sus propias tierras." - Rey Terenas
El cuervo se rodea de un humo verde y se transforma en humano.
-"Sin embargo, son prisioneros, buen rey." - el Profeta
-"¿Qué significa esto? ¿Quién está...?" - Rey Terenas
-"La humanidad está en peligro. Las mareas de la oscuridad han vuelto, y el mundo espera el comienzo de la guerra." - el Profeta
-"Ya he tenido suficiente. ¡Guardias, llevaos a este loco!"
-"¡Escúchame! La única esperanza para tu gente es ir hacia el oeste, a las tierras olvidadas de Kalimdor." - el Profeta
-"¿Al oeste? ¿Estás loco?"
-"Espere embajador. No sé quién eres, ni en qué crees. Pero este no es buen momento para profecías absurdas. Nuestras tierras están siendo acosadas, pero seremos nosotros quienes decidamos cómo proteger a nuestro pueblo, no tú. Ahora lárgate." - Rey Terenas
-"Le fallé a la humanidad una vez, y no volveré a hacerlo. Si tú no puedes ayudarme, encontraré a otro que lo haga." - el Profeta se da la vuelta y sale por la puerta. -"Ya han sido advertidos, su destino está en sus manos."

Rey Terenas















Capítulo Uno
La defensa de Strahnbrad
Los recientes levantamientos orcos en el sur de Lordaeron han forzado a la Alianza a tomar medidas decisivas. Para contener la amenaza orca, el Rey Terenas ha enviado a dos de los mejores paladines del reino para que acaben con los orcos de una vez por todas: su hijo, el Príncipe Arthas y el legendario Uther the Lightbringer.

-"Bienvenido, Príncipe Arthas. Mis hombres y yo nos sentimos honrados con tu presencia." - Uther the Lightbringer
-"Deja las formalidades, Uther, todavía no soy rey. Me alegro de verte." - Arthas
-"Yo también, muchacho. Me alegro de que el Rey Terenas te haya enviado a ti para ayudarme." - Uther the Lightbringer
-"Mi padre todavía espera que se me contagien tu paciencia y experiencia." - Arthas
-"Un padre tiene derecho a soñar, ¿no crees?" - Uther the Lightbringer
-"Aquí es donde hemos tomado posiciones. Nuestros exploradores han confirmado que hay un campamento orco escondido el algún lugar al otro lado de la montaña." - Arthas
-"Tal y como sospechaba..." - Uther the Lightbringer
-"Hay algo peor. Están preparándose para atacar la aldea de Strahnbrad. Por lo que sabemos, la aldea está totalmente indefensa." - Arthas
-"Tengo que encargarme del ataque a la base orca de inmediato. ¿Puedes ocuparte tú solo de defender Strahnbrad?" - Uther the Lightbringer
-"Por supuesto, Uther. No te preocupes por mí." - Arthas
-"Bien. Ve a buscarme al campamento orco una vez hayas salvado la aldea. Ten cuidado, Arthas." - Uther the Lightbringer

Arthas
Uther the Lightbringer















Arthas y sus hombres llegan a Strahnbrad donde ven a los orcos destruyendo el poblado y haciendo rehenes,
-"¡Llevaos a esos desgraciados con todos los demás!" - Señor de los esclavos
-"¡Sacadlos de aquí!" - grunt

Arthas derrota al señor de los esclavos, pero los orcos han huido con los rehenes.

-"¡Bendito seas, Príncipe Arthas!" - Sylvia
-"¿Pero qué les pasará a los que se han llevado?" - Daniel
-"No te preocupes, hijo. Los encontraremos y los traeremos a casa sanos y salvos." - Arthas
-"¡Príncipe Arthas, Lord Uther os necesita en el campamento orco inmediatamente!" - Caballero
-"Aquí es imposible aburrirse. ¡Pongámonos en marcha!" - Arthas

Capítulo dos
Blackrock and Roll
Veinte minutos más tarde, en el campamento de Uther, cerca de la aldea del clan Blackrock...

-"Llegas en el momento justo, muchacho. He enviado a dos de mis mejores caballeros a parlamentar con el líder orco. No deberían tardar en volver." - Uther the Lightbringer
Se acercan dos caballos sin jinete.
-"¡Maldición! Estos orcos no se rendirán jamás." - Uther the Lightbringer
-"¡Entonces entremos y destruyamos a esas bestias!" - Arthas
-"Recuerdas, Arthas, que somos Paladines. La venganza no puede formar parte de nuestros deberes. Si dejamos que nuestras pasiones nos conviertan en seres sedientos de sangre, seremos tan viles como los orcos." - Uther the Lightbringer
-"Sí, Uther." - Arthas
-"Veamos, si te sientes con fuerzas, quiero que dirijas tú el ataque." - Uther the Lightbringer
-"¿Yo? Bueno... ¡Por supuesto!" - Arthas
-"Yo me quedaré aquí y me aseguraré de que ninguna de esas bestias repugnantes amenace el campamento." - Uther the Lightbringer
-"No te fallaré." - Arthas
-"Sé que no lo harás, muchacho." - Uther the Lightbringer

Un orco se acerca al campamento y se pone a hablar con Uther.
-"¡Estúpido paladín! Los Brujos del clan de los Blackrock han hablado! ¡Dentro de poco lloverán demonios del cielo y este maldito mundo arderá!" - Maestro del clan Blackrock
-"No me vengas con monsergas. ¡Los orcos no aprendéis jamás!" - Uther the Lightbringer
Uther golpea al orco, pero éste desaparece.
-"Era sólo un reflejo del espejo. Maldición ¿qué estarán tramando estos bellacos?" - Uther the Lightbringer
Mientras, en el campamento orco.
-"¡La hora del juicio final se acerca! ¡Que este mísero sacrificio aplaque a nuestros demoníacos señores!" - Maestro de las espadas
-"¡Malditos bastardos! No os saldréis nunca con..." - Soldado raso desafortunado
El orco acaba con la vida del soldado y los otros rehenes.

Arthas llega al campamento orco y lo destruye.
-"Bien hecho, muchacho. Ha sido una gran victoria." - Uther the Lightbringer
-"No lo sé, Uther. Los orcos estaban sacrificando a los aldeanos... Creo que estaban intentando convocar a los demonios." - Arthas
-"Ten fe, muchacho. Estos orcos se aferran a tradiciones antiguas. Derrotamos a sus demonios hace mucho tiempo. Vayámonos a casa. Ha sido un día agotador." - Uther the Lightbringer

El encuentro de Jaina
Dos semanas después, en los Jardines de Violetas de Dalaran...

-"¡Tienes que ser más sabio que el rey! ¡El final se acerca!" - el Profeta
-"Ya te lo he dicho, ¡no me interesan estas tonterías!" - Antonidas
-"Entonces estoy perdiendo el tiempo." - el Profeta se transforma en cuervo y se va volando.
-"Ahora puedes mostrarte, Jaina. Se ha ido." - Antonidas
-"Siento haber estado escuchando a escondidas, Señor, pero..." - Jaina Proudmoore
-"Precisamente he aprendido a contar con tu naturaleza curiosa, niña. Ese loco insensato está convencido de que el mundo está a punto de acabarse." - Antonidas
-"He oído rumores sobre una plaga que se extiende por las tierras del norte. ¿Realmente piensas que la plaga es de naturaleza mágica?" - Jaina Proudmoore
-"Es muy probable. Por eso necesito que vayas allí e investigues el asunto. He dispuesto que te ayude un enviado especial." - Antonidas
-"Sí, Señor. Haré todo lo que pueda." - Jaina Proudmoore
-"Sé que lo harás, niña. Hasta la vista." - Antonidas

Antonidas

Jaina Proudmoore















Capítulo tres
Los estragos de la Plaga
Tres días después, en Alterac, Arthas y sus hombres esperan cerca de una encrucijada en la Carretera del Rey.

-"Príncipe Arthas, llevamos horas esperando. ¿Seguro que su amiga va a venir?" - Capitán
-"Estoy seguro. Jaina suele llegar con algo de retraso." - Arthas
A lo lejos ven a Jaina siendo ataca por unos ogros.
-"¡Debemos ayudarla!" - Capitán
-"Deja tranquila tu espada, Capitán. Sabe cuidarse solita." - Arthas
Jaina los derrota y se acerca a Arthas.
-"Caballeros, os presento a la señorita Jaina Proudmoore, una agente especial del Kirin Tor y una de las hechiceras de mayor talento de la tierra. Parece que no has perdido tu toque. Me alegro de volver a verte, Jaina" - Arthas
-"Yo también, Arthas. Hace tiempo que no me escolta ningún príncipe a ninguna parte." - Jaina Proudmoore
-"Sí, así es. Bueno, supongo que habrá que ponerse en camino." - Arthas
-"Nuestras fuentes creen que la plaga tuvo su origen en una región situada al norte. Deberíamos inspeccionar las aldeas de la Carretera del Rey." - Jaina Proudmoore

Al avanzar se encuentran con muertos vivientes y con un granero infectado.
-"Es como si la tierra que rodea ese granero estuviera... muriendo." - Jaina Proudmoore
-"¿La plaga podría contagiarse al grano?" - Arthas
-"Esperemos que no. Esos embalajes llevan el sello de Andorhal, el centro de distribución de los condados del norte. Si este grano puede extender la plaga, no habrá manera de saber cuántos pueblos pueden resultar infectados." - Jaina Proudmoore

-"¡Hemos sido descubiertos, hermanos! ¡Escapad y continuad la operación! Siento no tener tiempo para charlar un rato, el deber me llama..." - Kel'Thuzad
-"Esa criatura parece estar hecha de cuerpos diferentes." - Jaina Proudmoore
-"Mejor la estudiamos después de haberla matado, ¿te parece?" - Arthas

Abominación
Kel'Thuzad










Matan a la Abominación y destruyen el granero que estaba detrás.
-"¿Qué era eso? ¿Y quién era el mago vestido de negro?" - Arthas
-"Creo que el hombre vestido de negro era un Nigromante. Es evidente que él y sus lacayos son los responsables de esta plaga." - Jaina Proudmoore
-"Bueno, estoy casi seguro de que en Andorhal lo encontraremos a él y las respuestas que buscamos." - Arthas

Capítulo cuatro
El Culto de los Malditos
Al día siguiente, en las afueras de Andorhal...

-"¡Mira! ¡Son los sectarios que estaban con el Nigromante! ¿Qué le están haciendo a la mina?" - Jaina Proudmoore
-"¡Será mejor no esperar a averiguarlo! ¡Al ataque!" - Arthas
-"¡Malditos sean esos intrusos! ¡No deben interferir con el plan del Señor!" - acólito
-"Establezcamos aquí el campamento base. Con todos esos sectarios rondando por los alrededores, preferiría no adentrarme allí sin refuerzos." - Arthas
-"No podría estar más de acuerdo contigo." - Jaina Proudmoore

Arthas y Jaina llegan hasta Andorhal, donde se encuentran a Kel'Thuzad.
-"Hola de nuevo, chicos. Soy Kel'Thuzad y he venido a transmitiros una advertencia: dejad las cosas como están. Vuestra curiosidad os llevará a la muerte." - Kel'Thuzad
-"¿Eres tú el responsable de esta plaga, Nigromante? ¿Es obra tuya este culto?" - Arthas
-"Sí, ordené al Culto de los Malditos que distribuyeran el grano contaminado con la plaga. Pero no es sólo mérito mío..." - Kel'Thuzad
-"¿Qué quieres decir?" - Jaina Proudmoore
-"Yo sirvo al Señor del terror, Mal'Ganis. Él dirige el Azote que purificará esta tierra y establecerá en ella un paraíso de eterna oscuridad." - Kel'Thuzad
-"¿Y qué se supone que tiene que limpiar ese Azote exactamente?" - Arthas
-"Pues los seres vivos, obviamente. Su plan ya está en marcha. Buscadlo en Stratholme si necesitas más pruebas." - Kel'Thuzad

Arthas y Jaina consiguen derrotar a Kel'Thuzad.
-"Inocente, insensato... Mi muerte no cambiará nada... a largo plazo. Porque ahora... Empieza el devastador azote de esta tierra..." - Kel'Thuzad

Capítulo cinco
La marcha del Azote
A la madrugada siguiente, Arthas y Jaina se acercan a la aldea de Hearthglen.

-"¡Hearthglen! ¡Por fin! ¡No me vendría mal descansar un poco!" - Jaina Proudmoore
-"Parece que se están preparando para una batalla..." - Arthas
-"¡Príncipe Arthas! ¡Esta noche ha aparecido un gran ejército de muertos vivientes guerreros y ha atacado las aldeas al azar! ¡Ahora viene hacia aquí!" - soldado raso
-"Maldición. Jaina, yo me quedaré a proteger la aldea. Tú ve todo lo rápido que puedas a contarle a Lord Uther lo que ha ocurrido." - Arthas
-"Pero..." - Jaina Proudmoore
-"¡Ve, Jaina! ¡Cada segundo es vital!" - Arthas
Jaina se marcha.
-"Espera... ¿Qué contenían esos embalajes?" - Arthas
-"Sólo un envío de grano de Andorhal. No hay de qué preocuparse, milord, ya se ha repartido entre los habitantes." - soldado raso
-"Oh no... La plaga no tenía como objetivo matar a mi gente... Sino convertirla... ¡En muertos vivientes! ¡Defendeos!" - Arthas
Los aldeanos se transforman en muertos vivientes y Arthas acaba con ellos.

El ejército de muertos vivientes ha entrado en la ciudad y la están arrasando.
-"Que la luz me dé fuerza." - Arthas
-"¡Por Lordaeron! ¡Por el Rey!" - Uther the Lightbringer
-"Uther, no podías llegar en mejor momento." - Arthas
-"No lo celebres todavía, hijo... ¡Todavía falta mucho para que esta batalla termine!" - Uther the Lightbringer
Consiguen derrotar a los muertos vivientes.
-"Me sorprende que hayas mantenido las cosas en pie tanto tiempo, muchacho. Si yo no hubiera llegado justo en ese momento..." - Uther the Lightbringer
-"¡Mira, he hecho lo que he podido, Uther! ¡Si hubiera tenido una legión de caballeros cabalgando a mis espaldas, habría..." - Arthas
-"No es el momento de dejarse llevar por el orgullo. Lo que hemos afrontado aquí era sólo el principio. Las filas de los muertos vivientes se refuerzan cada vez que uno de nuestros guerreros cae en combate..." - Uther the Lightbringer
-"¡Entonces deberíamos atacar a su líder! ¡Iré a Stratholme y mataré a Mal'Ganis con mis propias manos si es necesario!" - Arthas
-"Tranquilo, muchacho. Por muy valiente que seas, no puedes aspirar a derrotar tú solo a un hombre que manda a los muertos." - Uther the Lightbringer
-"En ese caso, eres libre de seguirme, Uther. Yo voy... Contigo o sin ti." - Arthas

El Príncipe y el Profeta
Esa misma tarde, en la carretera de Stratholme...

-"Saludos, joven Príncipe. Tenemos que hablar." - el Profeta
-"No tengo tiempo para eso." - Arthas
-"Escúchame, chico: ¡esta tierra está perdida! La sombra ya ha caído y nada de lo que hagas puede cambiarlo. Si quieres salvar de verdad a tu pueblo, guíales hasta el otro lado del mar, hacia el oeste..." - el Profeta
-"¿Huir? ¡Mi sitio está aquí y mi único objetivo es defender a mi pueblo!" - Arthas
-"Veo que ya has tomado tu decisión. Sólo recuerda que cuanto más te esfuerces en acabar con tus enemigos, más rápido pondrás a tu gente en sus manos." - el Profeta se convierte en cuervo y se va.
Entonces aparece Jaina.
-"Siento haberme ocultado, Arthas. Sólo quería..." - Jaina Proudmoore
-"No lo digas..." - Arthas
-"He percibido un enorme poder en él, Arthas. Quizás tenga razón. Quizás sí sepa lo que ocurrirá." - Jaina Proudmoore
-"Nada de lo que diga me hará abandonar mi patria, Jaina. No me importa si ese loco ha visto el futuro. Vamos." - Arthas

Capítulo Seis
La matanza
A la madrugada siguiente, en las afueras de Stratholme.

-"Me alegro de que hayas podido venir, Uther." - Arthas
-"Controla tu tono cuando te dirijas a mí, chico. Serás el Príncipe, ¡pero yo todavía soy tu superior como Paladín!" - Uther the Lightbringer
-"Como si pudiera olvidarlo. Escucha, Uther, hay algo que debes saber sobre la plaga... Oh no... Hemos llegado tarde, ¡toda esta gente ha sido ya infectada! Puede que ahora parezcan normales, ¡pero que se transformen en muertos vivientes es sólo cuestión de tiempo!" - Arthas
-"¿Qué?" - Uther the Lightbringer
-"Hay que purgar toda la ciudad." - Arthas
-"¿Cómo puedes siquiera pensarlo? Tiene que haber otra opción." - Uther the Lightbringer
-"¡Maldición, Uther! Como tu futuro rey, ¡te ordeno que purgues esta ciudad!" - Arthas
-"Todavía no eres mi rey, chico. Y tampoco obedecería esa orden si lo fueras." - Uther the Lightbringer
-"¿Tengo que considerarlo como un acto de traición?" - Arthas
-"¿Traición? ¿Has perdido el juicio, Arthas?" - Uther the Lightbringer
-"¿Tú crees? Lord Uther, en virtud de mi derecho de sucesión y de la soberanía de mi corona, os relevo del mando y suspendo del servicio a vuestros Paladines." - Arthas
-"Arthas, sencillamente no puedes..." - Jaina Proudmoore
-"¡Ya está hecho! Aquellos de vosotros que todavía queráis salvar esta tierra, ¡seguidme! Los demás, ¡fuera de mi vista!" - Arthas
-"Acabas de sobrepasar un límite terrible, Arthas..." - Uther the Lightbringer
-"¿Jaina?" - Arthas
-"Lo siento, Arthas... No quiero presenciar lo que vas a hacer." - Jaina Proudmoore dice mientras también se marcha.

-"Te he estado esperando, joven Príncipe. Soy Mal'Ganis. Como puedes ver, ahora tu pueblo es mío. Y ahora convertiré esta ciudad, casa por casa, hasta que la llama de la vida se haya apagado para siempre." - Mal'Ganis
-"¡No te lo permitiré, Mal'Ganis! ¡Prefiero que estas gentes mueran a mis manos a que sean tus esclavos en la muerte!" - Arthas

Mal'Ganis















Una vez que Arthas ha matado a todos los ciudadanos infectados de Stratholme se dirige a enfrentarse con Mal'Ganis.
-"Vamos a acabar con esto ahora mismo, Mal'Ganis... Sólo tú y yo." - Arthas
-"Bonitas palabras. Por desgracia para ti, no se acabará aquí. Tu viaje apenas acaba de empezar, joven Príncipe. Reúne tus fuerzas y ve a mi encuentro en la tierra ártica de Northrend. En ese lugar saldaremos cuentas. Y en ese lugar te será revelado tu verdadero destino." - Mal'Ganis
-"¡Maldito seas, Mal'Ganis! ¡Te perseguiré hasta los confines de la tierra si es necesario! ¿¡Me oyes!? ¡Hasta los confines de la tierra!" - Arthas

Rumbos divergentes
Tres días después, entre las ruinas de Stratholme...

-"Tanta muerte... No puedo creer que Arthas haya podido hacer esto..." - Jaina Proudmoore
-"¡Jaina! ¡Jaina Proudmoore!" - Uther the Lightbringer
-"¿Lord Uther?" - Jaina Proudmoore
-"Ah, Jaina, pensé que podría encontrarte aquí. ¿A dónde ha ido, niña? ¿A dónde ha llevado Arthas a su ejército?" - Uther the Lightbringer
-"Vino a mí antes de partir. Le rogué que no fuera... ¡Le dije que parecía una trampa!" - Jaina Proudmoore
-"¡¿A dónde?!" - Uther the Lightbringer
-"Northrend... Ha ido a Northrend para dar caza a Mal'Ganis." - Jaina Proudmoore
-"¡Maldito sea! Tengo que informar al Rey Terenas. No seas muy dura contigo misma, niña. No has tenido nada que ver con esta... carnicería." - Uther the Lightbringer
Uther se va y entonces el Profeta se acerca volando hacia Jaina.
-"Los muertos de esta tierra permanecerán inmóviles por el momento... pero no te dejes engañar. Tu joven Príncipe sólo encontrará la muerte en el frío norte." - el Profeta
-"Tú... ¡Arthas está haciendo lo que cree justo!" - Jaina Proudmoore
-"Por encomiable que eso sea, sus pasiones serán su perdición. Ahora te toca a ti, joven hechicera. Tú tienes que llevar a tu gente al oeste, a las antiguas tierras de Kalimdor. Sólo ahí puedes combatir la sombra... y salvar este mundo de la llama." - el Profeta

Capítulo siete
Las costas de Northrend
Un mes más tarde, en la costa helada de Daggercap Bay...

-"Esta tierra está abandonada de la mano de la Luz, ¿verdad? ¡Apenas se ve el sol!" - Capitán
-"Capitán, ¿están aquí todas mis fuerzas?" - Arthas
-"Casi. Sólo hay unos pocos barcos que..." - Capitán
-"Muy bien. Nuestra prioridad es establecer un campamento de base con defensas adecuadas. No podemos saber qué nos aguarda allí fuera, en las sombras." - Arthas

-"Ah, ¡una mina de oro! Estableceremos aquí nuestra base." - Arthas
De repente alguien ataca al grupo desde la lejanía.
-"¡Nos atacan! ¡A cubierto!" - Arthas
-¡Por todos los demonios! ¡Vosotros no sois muertos vivientes! ¡Estáis todos vivos!" - Muradin Bronzebeard
-"¿Muradin? Muradin Bronzebeard, ¿eres tú?" - Arthas
-"Maldita sea, chico, ¡nunca hubiera imaginado que fueras tú el que vendría a rescatarnos!" - Muradin Bronzebeard
-"¿Rescataros? Muradin, yo ni siquiera sabía que estabais aquí." - Arthas
-"Es lo mismo, muchacho, necesito tu ayuda. Mis compañeros y yo fuimos atacados y nos separamos. Me vendría bien cualquier ayuda que pudieras darme." - Muradin Bronzebeard
-"Te daré toda la que pueda, Muradin. ¡En marcha!" - Arthas

Muradin Bronzebeard











Tras haber salvado a los compañeros de Muradin y haber destruido el campamento enemigo.
 -"Muy bien, Muradin ¿me dices ahora qué estabais haciendo aquí?" - Arthas
-"Verás, muchacho, hay una antigua Puerta en algún lugar de este páramo helado. Se supone que te lleva a una cámara oculta en la que yace una espada rúnica llamada Frostmourne. Vinimos a recuperar la Frostmourne... Pero cuanto más cerca estábamos de encontrar la Puerta, más muertos vivientes encontrábamos." - Muradin Bronzebeard
-"Príncipe Arthas, no hemos encontrado rastro alguno de Mal'Ganis." - Capitán
-"No importa. No puede esconderse de mí para siempre. Capitán, quiero que establezcáis la base principal en este emplazamiento." - Arthas
-"Sí, milord." - Capitán

Capítulo ocho
Desacuerdo
A la madrugada siguiente, en el nuevo campamento base de Arthas...

Un dirigible se acerca volando y de él sale un mensajero.
-"Lo lamento, emisario, pero el Príncipe está cumpliendo una misión. ¿Qué os trae a este lugar tan desolado?" - Capitán
-"Por decreto real, soldados, debéis regresar a Lordaeron de forma inmediata. Lord Uther ha convencido al Rey de que retire esta expedición." - Mensajero
-"¿Recogemos los bártulos y nos vamos? ¿Así de simple?" - Capitán
-"Exacto. Mis hombres me han informado de que los muertos vivientes han tomado las carreteras de aquí a la costa. Tendréis que encontrar una ruta alternativa para regresar a vuestras naves." - Mensajero
-"¡Al infierno con los muertos vivientes! ¡Soldados, nos abriremos camino a través de los bosques!" - Capitán
Llegan Arthas y Muradin al campamento.
-"Capitán, ¿por qué los guardias no están en sus puestos?" - Arthas
-"Veréis, milord... Vuestro padre ha hecho retirar nuestras tropas por petición de Lord Uther." - Capitán
-"¿Uther ha hecho retirar mis tropas? ¡Maldición! Si mis guerreros me abandonan nunca conseguiré derrotar a Mal'Ganis. ¡Hay que quemar las naves antes de que los hombres lleguen a la costa!" - Arthas
-"¿No es un poco excesivo, muchacho?" - Muradin Bronzebeard
-"¡Quemarlas hasta reducirlas a cenizas! ¡Nadie se irá a casa hasta que hayamos hecho nuestro trabajo!" - Arthas

Arthas se hace con un ejército de mercenarios y destruye los barcos.
-"¿Príncipe Arthas?" - Capitán
-"Eh... ¡Rápido, soldados! ¡Estas criaturas sanguinarias han quemado las naves y os han robado el medio de regresar a casa! ¡Acabad con ellas en nombre de Lordaeron!" - Arthas
-"¡Malditas bestias!" - soldado raso
-"¡Acabemos con todas!" - caballero
Los soldados masacran a los mercenarios.
-"Nuestras naves están destruidas... ¿Qué hacemos ahora?" - soldado raso
-"¡Escuchadme todos! ¡sólo hay un camino para volver a casa y se llama victoria! En esta tierra lucharemos o caeremos juntos. Ahora, ¡volved a la base y a vuestros puestos!" - Arthas

Capítulo nueve
Frostmourne
Al día siguiente, en el campamento base de Arthas...

-"Has mentido a tus hombres y traicionado a los mercenarios que habían luchado por ti. ¿Qué te está ocurriendo, Arthas? ¿Sólo te importa la venganza?" - Muradin Bronzebeard
-"Déjame en paz, Muradin. No has visto lo que Mal'Ganis le ha hecho a mi patria." - Arthas
-"El Señor Oscuro dijo que vendrías. Aquí acaba tu viaje, chico. Atrapado y congelado en el techo del mundo, donde sólo la muerte puede cantar la historia de tu perdición." - Mal'Ganis
-"Esto no tiene buena pinta. Estamos completamente rodeados." - Muradin Bronzebeard
-"Todavía nos queda una posibilidad, ¡ayúdame a convocar la Frostmourne! Si es tan potente como dijiste, ¡quizás incline la balanza a nuestro favor!" - Arthas
-"Tengo un mal presentimiento, muchacho. Pero prometí que te ayudaría hasta el final." - Muradin Bronzebeard
-"Capitán, te dejo para que organices la defensa. En marcha." - Arthas

-"He aquí nuestra salvación, Muradin: Frostmourne." - Arthas
-"Espera, muchacho, en el altar hay una inscripción. Es una advertencia. Dice: "Quienquiera que tome esta hoja, empuñará un poder eterno. Tal y como la hoja desgarra la carne, así el poder marcará el espíritu." Oh, tendría que haberlo sabido. La espada está maldita... ¡Vámonos de aquí!" - Muradin Bronzebeard
-"Yo estaría encantado de cargar con cualquier maldición para salvar a mi patria." - Arthas
-"Déjalo estar, Arthas. Olvida este asunto y lleva a tus hombres a casa..." - Muradin Bronzebeard
-"¡Al infierno mis hombres! Nada me impedirá cumplir mi venganza, viejo amigo. Ni siquiera tú. Ahora... Os invoco, espíritus de este lugar... Daré cualquier cosa y pagaré cualquier precio... Si me ayudáis a salvar a mi pueblo." - Arthas
Entonces el hielo que cubre la espada se rompe, y un trozo sale disparado y mata a Muradin. Arthas coge la espada y vuelve al campamento.
-"Príncipe Arthas! ¿Dónde está Muradin? ¡No podremos resistir mucho tiempo!" - Capitán
-"Muradin está muerto. Pero consuélate, Capitán, ¡el enemigo no resistirá mucho contra el poder de Frostmourne!" - Arthas

Frostmourne















-"Así que te has hecho con Frostmourne a costa de las vidas de tus compañeros, tal y como predijo el Señor Oscuro. Eres más fuerte de lo que pensaba..." - Mal'Ganis
-"Estás malgastando tu aliento, Mal'Ganis. Ahora escucho únicamente la voz de Frostmourne." - Arthas
-"Oyes la voz del Señor Oscuro. Te susurra a través de la espada que empuñas. ¿Qué dice, joven humano? ¿Qué te está diciendo ahora el Señor Oscuro de los Muertos?" - Mal'Ganis
-"Me dice que ha llegado la hora de mi venganza." - Arthas
-"¿Qué? No querrá decir que..." - Mal'Ganis
Arthas acaba con Mal'Ganis.
-"Se acabó." - Arthas
Arthas se marcha y se pierde entre la espesura de la nieve...

Después de vengarse de Mal'Ganis, el Príncipe Arthas se adentró en los desiertos helados de Northrend. Atormentado por la voz enloquecedora de Frostmourne. Arthas perdió los últimos vestigios de su razón. Ahora, guiado por la oscura voluntad de la espada, Arthas planea volver a casa, a Lordaeron, y reclamar su justa recompensa...

La traición de Arthas
Arthas ha llegado a Lordaeron, y su pueblo le recibe con alegría. Entra en la sala del trono, donde espera su padre. Arthas apoya a Frostmourne en el suelo y se arrodilla ante su padre.
-"Ah, hijo mío. Sabía..." - Rey Terenas
-"Tú no tienes que sacrificarte más por tu pueblo. No necesitas seguir llevando el peso de la corona. Me he encargado de todo." - Arthas
Entonces Arthas se vuelve a poner de pie y se acerca a su padre.
-"¿Qué es esto? ¿Qué estás haciendo hijo mío?" - Rey Terenas
-"Destronándote, padre. Deja que se cierren tus ojos... Ahora que los míos se han abierto." - Arthas
Arthas le clava la espada a su padre, terminando así con su vida. La corona ensangrentada del Rey Terenas cae rodando por el suelo.
-"Este reino debe caer, y de sus cenizas resurgirá una nueva orden que hará temblar los mismos cimientos del mundo." - Arthas


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