viernes, 19 de septiembre de 2014

Warcraft III The Frozen Throne - Campaña del Azote

El legado de los Malditos

Capítulo Uno
Rey Arthas
En la capital de Lordaeron, cerca de los abandonados jardines de palacio, los más leales Señores del terror de Archimonde discuten sus planes para el Azote.

-"Hace meses que no sabemos nada de Lord Archimonde. ¡Me estoy cansando de cuidar de estos putrefactos muertos vivientes! ¿Qué estamos haciendo aquí?" - Detheroc
-"Nos ha sido encomendada la misión de supervisar esta tierra, Detheroc. Nuestro deber es permanecer aquí y asegurarnos de que el Azote está listo para entrar en acción." - Balnazzar
-"Cierto. Aunque deberíamos haber recibido algún tipo de órdenes a estas alturas." - Varimathras
Cerca de allí.
-"La Legión fue derrotada hace meses. ¿Cómo es posible que no lo sepan?" - Sylvanas Windrunner
-"Imposible saberlo. Pero cuanto más tiempo permanezcan al mando, más provocarán la extenuación del Azote." - Kel'Thuzad
De repente destruyen las puertas de los jardines.
-"¿Qué? Quién podría..." - Sylvanas Windrunner
Arthas atraviesa la puerta destruida y se acerca a los Señores del terror.
-"Saludos, señores del terror. Debería daros las gracias por cuidar de mi reino en mi ausencia. Sin embargo, a partir de ahora no necesitaré de vuestros servicios." - Rey Arthas
-"¡Príncipe Arthas!" - Varimathras
-"Esta tierra es nuestra. ¡El Azote pertenece a la Legión!" - Balnazzar
-"Ya no, demonio. Vuestros señores han sido derrotados. La Legión se ha disuelto. Vuestras muertes completarán el círculo." - Rey Arthas
-"¡Nunca! Esto no acaba aquí, humano." - Detheroc
Los Señores del terror desaparecen y Kel'Thuzad y Sylvanas se acercan a Arthas.
-"Sabíamos que volverías a nosotros, Príncipe Arthas." - Kel'Thuzad
-"He regresado, Lich, pero habrás de dirigirte a mí como a un Rey. Después de todo, ésta es mi tierra. ¡Ahora tenemos que proteger el reino eliminando los últimos restos de humanidad de él!" - Rey Arthas
-"Pero mi rey, los humanos han empezado a abandonar sus aldeas. ¡Están huyendo a los pasos del cañón! Si escapan hacia las montañas, será imposible darles caza a todos." - Kel'Thuzad
-"¡Entonces tenemos que acabar con ellos antes de que escapen! ¡Sus muertes serán un tributo adecuado para Ner'zhul!" - Rey Arthas

Detheroc,
Balnazzar,
Varimathras

   Detheroc     Balnazzar  Varimathras















-"Aaaahh... El dolor es insoportable. ¿Qué me está ocurriendo?" - Rey Arthas
-"¡El peligro se acerca! La energía está decayendo. ¡Nos quedamos sin tiempo!" - el Rey Lich
-"Rey Arthas, ¿necesitas ayuda?" - Kel'Thuzad
-"No. El dolor ha pasado, pero mis poderes han disminuido. Aquí hay algo que va muy mal." - Rey Arthas
-"¿Debemos llamar a nuestras fuerzas?" - Kel'Thuzad
-"No. Acabaré la caza. Resolveremos este misterio una vez hayamos acabado con nuestros asuntos." - Rey Arthas

El Rey Lich















Arthas y sus compañeros acaban con todas las aldeas humanas.
-"¡Por fin la Alianza está acabada! Cuando hayamos acabado con los últimos rezagados, deberíamos... Aaaahh... ¡Otra vez no!" - Rey Arthas
-"Soy yo, el Rey Lich. ¡El peligro se acerca al Trono de Hielo! ¡Tienes que volver a Northrend de inmediato! ¡Obedece!" - el Rey Lich
-"Mi rey, no estáis bien." - Kel'Thuzad
-"Llévame de vuelta a la capital. Tengo un largo viaje por delante." - Rey Arthas

Un reino dividido
Al anochecer del día siguiente, en algún lugar de los claros de Tirisfal, Sylvanas la banshee acude a una reunión secreta.

-"Lady Sylvanas. Nos alegramos de que hayas venido." - Balnazzar
-"Tenía que hacerlo. Por algún motivo he dejado de oír la voz del Rey Lich en mi cabeza. He recuperado mi propia voluntad. Vosotros, señores del terror, parecéis saber por qué." - Sylvanas Windrunner
-"Hemos descubierto que el Rey Lich está perdiendo poder. A medida que éste mengua, lo hace también su habilidad para controlar a muertos vivientes como tú." - Varimathras
-"¿Y el Rey Arthas? ¿Qué ocurre con sus poderes?" - Sylvanas Windrunner
-"Aunque su espada rúnica, Frostmourne, posee potentes encantamientos, los poderes del propio Arthas desaparecerán con el tiempo. Es inevitable." - Balnazzar
-"Tenéis intención de derrocarlo y queréis mi ayuda para hacerlo." - Sylvanas Windrunner
-"La Legión puede ser derrotada, ¡pero nosotros somos los Nathrezim! ¡No permitiremos que un humano advenedizo se lleve el botín! ¡Arthas debe morir!" - Detheroc
-"El Lich, Kel'Thuzad. es demasiado leal para traicionar a su señor. Pero tú, por tu parte..." - Balnazzar
-"Lo odio. Tengo mis propios motivos para buscar venganza. Arthas asesinó a mi gente y a mí me convirtió en esta... monstruosidad. Quizás tome parte en vuestro sangriento golpe de estado, pero lo haré a mi manera." - Sylvanas Windrunner
Sylvanas se marcha.
-"Os digo desde ya que no confío en ella. Su corazón sigue siendo elfo. Ella nunca será de los nuestros." - Balnazzar
-"No te precipites. Tiene un gran espíritu, pero su odio por Arthas será lo que salve a largo plazo nuestra causa." - Varimathras
-"De acuerdo. Bueno, eso está arreglado. Que empiecen los festejos." - Detheroc

Capítulo Dos
El vuelo desde Lordaeron
A la mañana siguiente, en los jardines de palacio, el rey Arthas y su mayordomo, Kel'Thuzad, discuten sobre las funestas advertencias del Rey Lich.

-"¿Así que los ataques están empeorando?" - Kel'Thuzad
-"Sí. Con mis poderes agotados, a duras penas puedo comandar a mis propios guerreros. El Rey Lich me advirtió que si no llegaba pronto a Northrend podría perderse todo." - Rey Arthas
-"No temáis, mi rey. Todo está dispuesto para vuestra partida. Los barcos esperan en la costa y..." - Kel'Thuzad
-"Ha habido un cambio de planes, Rey Arthas. No vas a ninguna parte." - Detheroc
Detheroc cierra el camino, separando a Kel'Thuzad de Arthas.
-"¡Asesinos! ¡Es una trampa!" - Kel'Thuzad
Montones de muertos vivientes comienzan a atacar a Arthas.
-"No deberías haber regresado, humano. Debilitado como estás, nos hemos hecho con el control de la mayoría de tus guerreros. Parece que tu reino ha sido bastante efímero." - Balnazzar
-"¡Son demasiados, mi rey! Huid... escapad de la ciudad. Yo encontraré la forma de salir y reunirme con vos en el bosque." - Kel'Thuzad
-"Muy bien, Lich. Buena suerte." - Rey Arthas

Arthas consigue salir de la ciudad, pero se encuentra con unas abominaciones esperándoles.
-"¡No tenemos tiempo para esto! ¡Tenemos que encontrar una salida rápidamente!" - Rey Arthas
Entonces aparecen unas banshees y le ayudan a derrotarlas.
-"Os doy las gracias, señoras. Pero, ¿dónde está vuestra líder? ¿Dónde está Sylvanas?" - Rey Arthas
-"Nos envió a buscarte, gran rey. Hemos venido para escoltarte a través del río. Una vez lo crucemos, nos refugiaremos en el bosque." - banshee

Banshee












La despedida de Sylvanas
Momentos después, en los claros de Tirisfal, el rey Arthas y sus escoltas banshees se detienen para recuperar fuerzas.

-"Este es el lugar, hermanas. Descansaremos aquí, gran rey." - banshee
-"¿Por qué aquí? Tenemos que encontrar a Kel'Thuzad antes de... ¡Aaaahh!" - Rey Arthas
-"¡Has sido engañado! ¡Ven a mi lado ahora mismo! ¡Obedece!" - el Rey Lich
De repente los siervos de Arthas mueren y una flecha sale disparada contra él.
-"¿Qué... está ocurriendo aquí? ¡Sylvanas!" - Rey Arthas
-"Te has metido hasta el cuello tú solito, Arthas. Ha llegado el momento de equilibrar la balanza." - Sylvanas Windrunner
-"¡Traidora! ¿Qué me has hecho?" - Rey Arthas
-"Es una flecha especial envenenada especialmente para ti. La parálisis que experimentas ahora es sólo una parte de la agonía que me has causado a mí." - Sylvanas Windrunner
-"Acaba conmigo, entonces." - Rey Arthas
-"Una muerte rápida... ¿cómo la que tú me diste a mí? No. Vas a sufrir como lo hice yo. Gracias a mi flecha, ni siquiera puedes correr. Recuerdos de mi parte al infierno, hijo de puta." - Sylvanas Windrunner
Pero entonces aparece Kel'Thuzad.
-"¡Atrás, insensatas! No caerás hoy, mi rey." - Kel'Thuzad
Kel'Thuzad acaba con las banshees y Sylvanas no tiene más remedio que huir.
-"¡Esto no acaba aquí, Arthas! ¡Jamás dejaré de darte caza!" - Sylvanas Windrunner
Más tarde, cerca de la costa.
-"Los efectos de su flecha desaparecerán con el tiempo. Se han hecho todos los preparativos para vuestro viaje a Northrend." - Kel'Thuzad
-"Has sido un amigo fiel, Kel'Thuzad. No sé qué nos deparará el futuro, ni si regresaré siquiera, pero quiero que vigiles esta tierra. Asegúrate de que mi legado perdure." - Rey Arthas
-"Así lo haré, Rey Arthas. Así lo haré." - Kel'Thuzad

Capítulo Tres
La Dama oscura
Dos días después, en su campamento base de las recién formadas Tierras Plagadas, Sylvanas reflexiona sobre su libertad y su futuro como parte de los muertos vivientes malditos.

-"Parecéis preocupada, milady." - banshee
-"¿Tú no lo estás, hermana? Hace apenas unos días éramos esclavas del Rey Lich. Sólo existíamos para matar en su nombre. Y ahora somos... libres." - Sylvanas Windrunner
-"No lo entiendo, milady. Pensaba que rebosaríais alegría." - banshee
-"¿Qué alegría cabe en esta maldición? Seguimos siendo muertos vivientes, hermana. Somos monstruosidades. ¿Qué somos sino esclavas de este tormento?" - Sylvanas Windrunner
Entonces se abre un portal y aparece Varimathras.
-"Saludos, Lady Sylvanas. Mis hermanos y yo hemos apreciado vuestro papel en el derrocamiento de Arthas. He venido a ofreceros una invitación formal para uniros a nuestra nueva orden." - Varimathras
-"Varimathras. Mi único interés era el de ver a Arthas muerto. No tengo tiempo para vuestra insignificante política y vuestra ansia de poder." - Sylvanas Windrunner
-"Atenta, milady. Sería poco inteligente provocar nuestra cólera. Somos el futuro de estas... Tierras Plagadas. Podéis uniros a nosotros y gobernar o ser echada a un lado." - Varimathras
-"He vivido suficiente tiempo como esclava, señor del terror. No renunciaré a mi libertad encadenándome a vosotros, ¡estúpidos!" - Sylvanas Windrunner
-"Así sea. Nuestra respuesta no tardará en llegar." - Varimathras

Gracias a las banshees, Sylvanas tomó control de la voluntad de varias criaturas, y así incrementó su ejército para poder enfrentarse Varimathras.
-"¿Un último deseo, demonio?" - Sylvanas Windrunner
-"Sylvanas, perdóname la vida. ¡Te imploro! Puedo ser de ayuda... ¡Lo juro!" - Varimathras
-"Como todos los demonios. Venderías a tus hermanos para salvarte el pellejo. Te escucho." - Sylvanas Windrunner
-"Conozco los planes de mis hermanos. Sé dónde está establecida su base. ¡Deja que te sirva y te ayudaré a derrotarlos!" - Varimathras
-"Muy bien, Varimathras. Te dejaré probarme tu lealtad. Pero te lo advierto... te tendré vigilado." - Sylvanas Windrunner

Capítulo Cuatro
Retorno a Northrend
Tres semanas después, la mellada flota del rey Arthas echa el ancla en las heladas costas meridionales de Northrend.

-"Northrend. Parece que han pasado siglos desde la última vez que estuve aquí. Hay algo que amenaza al Rey Lich. Tenemos que llegar a Corona de Hielo cuanto antes." - Rey Arthas
-"Mi rey, primero tendremos que establecer una base aquí, pero esta tierra está casi desprovista de recursos." - nigromante
-"¿Qué demonios...? ¡Parecen altos elfos! ¿Qué están haciendo aquí?" - Rey Arthas
-"Príncipe Arthas, ¡somos los elfos sanguinarios! Hemos jurado vengar a los fantasmas de Quel'Thalas. ¡Limpiaremos esta tierra muerta!" - elfo sanguinario
-"¡Northrend pertenece al Azote, elfo! Habéis cometido un terrible error viniendo aquí. ¡Matadlos!" - Rey Arthas
-"¡Adelante! ¡Por el Azote! ¡Matadlos en nombre de Ner'zhul!" - Anub'arak
-"¿Quién demonios...?" - Rey Arthas
Anub'arak ayuda a Arthas a matar a los elfos sanguinarios.
-"Gracias por la ayuda, poderoso señor." - Rey Arthas
-"El Rey Lich me ha enviado a ayudarte, caballero de la muerte. Soy Anub'arak, antiguo rey de Azjol-Nerub." - Anub'arak
-"Agradezco vuestra ayuda, Anub'arak, pero tenemos poco tiempo para ceremonias. ¡Tenemos que llegar a Corona de Hielo de inmediato!" - Rey Arthas

Anub'arak















-"Estos elfos son patéticos. No me sorprende que destruyéramos su tierra con tal facilidad." - Rey Arthas
-"Una pena que yo no estuviera allí para detenerte. Ha pasado mucho tiempo, Arthas." - Príncipe Kael'thas
-"Príncipe Kael'thas. No te veo desde... ¿Tú eres el jefe de estos elfos?" - Rey Arthas
-"De este grupo, al menos. Lo que has afrontado no era más que un grupo de exploradores. Derrotar al ejército de Lord Illidan será mucho más difícil." - Príncipe Kael'thas
-"¿Illidan? ¿Él está tras esta invasión?" - Rey Arthas
-"Exacto. Nuestras fuerzas son enormes, Arthas. Ahora mismo están marchando hacia el glaciar de Corona de Hielo. No llegarás a tiempo para salvar a tu precioso Rey Lich. Considéralo un pago por Quel'Thalas... Y otras afrentas." - Príncipe Kael'thas
Kael se marcha.
-"Aaaahh..." - Rey Arthas
-"¡Deprisa! ¡Mis enemigos se acercan! ¡Se nos está agotando el tiempo!" - el Rey Lich
-"¿Estás bien, caballero de la muerte?" - Anub'arak
-"Mis poderes se debilitan, pero estoy bien. Tiene razón. ¡No llegaremos a tiempo al glaciar!" - Rey Arthas
-"Podemos tomar otro camino, caballero de la muerte. El antiguo reino de Azjol-Nerub, ahora en ruinas, se encuentra bajo nuestros pies. Aunque ha caído en tiempos oscuros, podría proporcionarnos un atajo directo hacia el glaciar." - Anub'arak
-"No tenemos elección. Guíanos, Anub'arak." - Rey Arthas

-"¿Osáis entrar en mi guarida? ¡Yo soy Sapphiron, antiguo siervo de Malygos el Tejedor de hechizos! ¡Explicadme vuestra presencia!" - Sapphiron
-"Lo siento pero no tenemos tiempo para chácharas, gran wyrm. Hemos venido para asesinarte y robar los artefactos que hayas podido acumular a lo largo de los siglos." - Rey Arthas
-"Sinceridad. Qué refrescante. ¡Nadie puede desafiar a Sapphiron y vivir para contarlo!" - Sapphiron
Arthas mata a Sapphiron.
-"Al menos sigo teniendo poder suficiente para hacer esto." - Rey Arthas
Arthas revive a la criatura, esta vez como un muerto viviente.
-"Muy impresionante. Pero tienes que conservar tus energías, caballero de la muerte. Tenemos un largo camino por delante." - Anub'arak

Sapphiron











Finalmente, Arthas y Anub'arak llegan hasta la entrada de Azjol-Nerub.
-"¿Seguro que podemos llegar al glaciar a través de estos túneles?" - Rey Arthas
-"Nada es seguro, caballero de la muerte. Las ruinas serán peligrosas, pero merece la pena correr el riesgo." - Anub'arak
-"Muy bien, vamos allá." - Rey Arthas

Capítulo Cinco
La caída del Señor del terror
En ese mismo momento, en las Tierras Plagadas, Sylvanas y sus leales lacayos planean su siguiente ataque contra el poder de los señores del terror.

-"Bien hecho, Varimathras. Nos has conducido directamente a la fortaleza de Detheroc. Pero dime, ¿quiénes son esos humanos?" - Sylvanas Windrunner
-"Detheroc utilizó su telepatía para esclavizar a un jefe humano de gran calibre. Creo que se llamaba Garabon o Gilithos o algo así. Los nombres humanos me suenan todos iguales. En lugar de destruirlo, Detheroc se ha hecho con el control de este último foco de resistencia humana. Mantienen su propio ejército dentro del baluarte." - Varimathras
-"Tu hermano es más inteligente de lo que pensaba. Sus defensas son considerables." - Sylvanas Windrunner
-"Sí. Y con esta misera fuerza que has reunido, ¡un asalto directo contra estas paredes sería un suicidio!" - Varimathras
-"No tengo intención de asaltar las paredes." - Sylvanas Windrunner
-"Entonces, vayámonos antes de que..." - Varimathras
-"Mis banshees poseerán a esos desventurados humanos. Los usaremos para que nos abran las puertas." - Sylvanas Windrunner
-"¿Te das cuenta de que tenemos muy poco tiempo antes de que descubra lo que estamos tramando?" - Varimathras
-"Claro. Pero si somos rápidos, Detheroc jamás sabrá qué le atacó." - Sylvanas Windrunner
Se acercan un par de soldados rasos.
-"¡A las armas!" - soldado raso
-"¿A quién sirves, humano?" - banshee
Las banshees se meten dentro de los humanos.
-"A la Dama oscura. Estoy a sus órdenes." - soldado raso
Los soldados rasos poseídos se acercan a las puertas de la fortaleza.
-"¡La patrulla ha regresado! ¡Abrid las puertas!" - nigromante
-"Preparaos. ¡Ha llegado el momento! Ahora, guerreros, ¡atacad!" - Sylvanas Windrunner
Las tropas de Sylvanas consiguen penetrar en la fortaleza.

-"¡Traidor! ¿Cómo has podido traicionarnos así? Habríamos podido gobernar esta tierra juntos." - Detheroc
-"Sylvanas es más fuerte de lo que crees, hermano. Probaré mi suerte con ella." - Varimathras
Ambos acaban con la vida de Detheroc.

-"¡El hechizo ha sido disipado! ¿Ha terminado por fin esta pesadilla?" - Gran Mariscal Garithos
-"Rendíos, humanos. No tengo nada en vuestra contra." - Sylvanas Windrunner
-"¿Qué es lo que quieres, bruja elfa?" - Gran Mariscal Garithos
-"Tenemos un enemigo común. El último señor del terror, Balnazzar. Actualmente controla la capital de tu reino. Si me ayudas a eliminarlo, me encargaré de que os sean devueltas vuestras tierras." - Sylvanas Windrunner
-"¿Por qué deberíamos confiar en ti? ¡Formas parte del Azote que nos expulsó de ellas!" - Gran Mariscal Garithos
-"Ya no. Mi único interés es la venganza." - Sylvanas Windrunner
-"Muy bien. Reuniré lo que ha quedado de mis fuerzas y me encontraré contigo en las puertas." - Gran Mariscal Garithos
Garithos se marcha.
-"Confiesa, no tienes intención alguna de devolverles sus tierras." - Varimathras
-"Claro que no. Los humanos son sólo el medio de conseguir mi fin." - Sylvanas Windrunner
-"Cada día que pasa te pareces más a uno de nosotros, milady." - Varimathras
-"Cuidado, señor del terror." - Sylvanas Windrunner

Capítulo Seis
Un nuevo poder en Lordaeron
Al día siguiente, en las afueras de la capital Lordaeron, Sylvanas y sus aliados se preparan para asediar las imponentes defensas de Balnazzar.

-"La capital está bien defendida. Balnazzar no es estúpido, milady. Esta batalla puede ganarse sólo por desgaste." - Varimathras
-"¿Qué pasa, demonio? ¿Tienes miedo?" - Gran Mariscal Garithos
-"Controla tu lengua, humano rastrero. Tus falsas bravuconadas no impresionan..." - Varimathras
-"¡Calmaos, caballeros! Reservad vuestra ira para Balnazzar. Garithos, yo conduciré a mis fuerzas en un ataque frontal mientras tú atacas la ciudad por detrás." - Sylvanas Windrunner
-"Una estratagema agresiva, milady. Pero aceptaré cualquier estrategia que me ayude a recuperar nuestra capital." - Gran Mariscal Garithos
-"Da la orden. Que empiece el ataque." - Sylvanas Windrunner

-"Traidores asquerosos. Sufriréis por esta atrocidad." - Balnazzar

-"Lord Garithos, ¡nuestros exploradores han encontrado al grupo de enanos extraviado! Parece que se han perdido en un bosque cercano." - soldado raso
-"¡Esos enanos descerebrados casi dan más problemas de los que resuelven! Sin embargo, los necesitamos en el frente. ¡Tendré que llevarlos a él yo mismo!" - Gran Mariscal Garithos

Garithos llega hasta los enanos.
-"¿Es que no sois capaces de cumplir órdenes simples, idiotas? ¿Estamos en guerra y vosotros, patanes, os vais de picnic? ¡Quiero esta columna en marcha de inmediato!" - Gran Mariscal Garithos
-"¡Ahora mismo, Lord Garithos! ¡En marcha, muchachos!" - fusilero
Garithos se marcha.
-"No nos pagan lo suficiente para aguantar a ese gilipollas." - fusilero

Los tres aliados llegan hasta Balnazzar.
-"Se acabó, Balnazzar. ¿Varimathras?" - Sylvanas Windrunner
-"¿Sí, milady?" - Varimathras
-"Mátalo." - Sylvanas Windrunner
-"Pero... ¡Está prohibido! ¡Un Nathrezim no puede matar a otro! Mi deserción era una cosa, pero esto..." - Varimathras
-"Necesito una última prueba de tu lealtad, señor del terror. Hazlo." - Sylvanas Windrunner
-"¡No osarás hacerlo!" - Balnazzar
Varimathras acaba con Balnazzar.
-"Ya está, ya has hecho lo que querías. Ahora, animales inmundos, quiero que salgáis de mi ciudad antes de que..." - Gran Mariscal Garithos
-"Mátalo a él también." - Sylvanas Windrunner
-"Con placer." - Varimathras
Varimathras mata a Garithos.
-"La capital es nuestra, pero ya no somos parte del Azote. De ahora en adelante, seremos conocidos como los Perdidos. Encontraremos nuestro propio camino en este mundo, señor del terror... y mataremos a todo el que se interponga en él." - Sylvanas Windrunner

Capítulo Siete, Primera parte
Cavernas de las redes de sombra
En Northrend, en ese mismo momento, el rey Arthas y Anub'arak se adentran en las oscuras y olvidadas galerías de Azjol-Nerub.

-"¡Llevamos horas caminando! ¡Hemos de apresurar el paso! ¡El Rey Lich está indefenso sin nosotros!" - Rey Arthas
-"Dejé a muchos de mis guerreros en Corona de Hielo antes de venir a tu encuentro, caballero de la muerte. Ellos mantendrán su posición mientras puedan." - Anub'arak
-"Dime una cosa, ¿dónde está tu gente? ¿No debería haber nerubians por aquí, muertos vivientes o así?" - Rey Arthas
-"También yo me lo he preguntado. Algo ha debido de ahuyentarlos." - Anub'arak
-"¡Fuimos nosotros, bastardos putrefactos! ¡Hemos estado observándoos todo el rato!" - enano
-"¡Los enanos de Muradin! Es imposible... ¿Es que ya nadie se queda muerto cuando lo matas?" - Rey Arthas
-"Hemos vagado por esta tierra olvidada desde que mataste a Muradin y nos abandonaste a nuestra suerte, Arthas. Nuestro líder, Baelgun, nos condujo a la ciudad en ruinas para que pudiéramos sobrevivir. ¡Pero no os vamos a dejar entrar!" - enano
-"¡No tenemos tiempo para estos juegos! ¡Sapphiron, ataca!" - Rey Arthas
Sapphiron destruye la puerta.
-"Bien hecho, potente Sapphiron. Ojalá pudiéramos llevarte con nosotros, pero los confines de la tierra oscura no son lugar para ti." - Rey Arthas
-"El tiempo del Rey Lich se está agotando, ¡hemos de darnos prisa!" - Anub'arak

Nerubian















-"¡Poned las cargas! ¡Volad el puente antes de que lo crucen!" - fusilero
-"¡No! Detenedlos antes de que..." - Rey Arthas
El puente explota en mil pedazos.
-"¡Eso ha sido por Muradin! ¡No cruzaréis nunca!" - Baelgun
-"Hay otros pasadizos a través del laberinto, caballero de la muerte. Encontraremos otro camino." - Anub'arak

Baelgun















-"Estos nerubians son de tu especie. ¿Por qué nos son tan hostiles?" - Rey Arthas
-"Muchos de los que caímos en la Guerra de la Araña fuimos resucitados para servir al Rey Lich. Pero estos guerreros no murieron nunca. Siguen combatiendo como tontos para liberar a Nerub del Azote." - Anub'arak

-"Te recuerdo, Príncipe malvado. ¡Tú eres el que mató al pobre Muradin!" - Baelgun
-"A ver si lo superáis de una vez." - Rey Arthas
-"No te dejaré flanquear esta puerta, traidor. Los recientes terremotos han despertado cosas oscuras bajo el hielo... cosas antiguas y horribles. Hemos jurado mantenerlas encerradas donde están." - Baelgun
-"Nos arriesgaremos, enano. Cruzaremos esa puerta de una forma u otra." - Rey Arthas

Arthas y Anub'arak matan a Baelgun y cruzan la puerta.
-"Aquí el aire huele muy mal. Hay algo que no va bien." - Rey Arthas
-"Si la historia del enano era cierta, no hay forma de saber qué nos espera en la oscuridad. Esta escalera lleva al corazón del antiguo imperio nerubian. Hemos de ser cautos." - Anub'arak
-"Por supuesto. Tú primero." - Rey Arthas

Capítulo Siete, Segunda parte
Los Olvidados
Momentos después, en el Reino Interior...

-"Hemos entrado en el viejo reino. Cuidado, caballero de la muerte. Sea lo que fuera lo que asustó a los enanos, sigue por aquí, acechando en alguna parte." - Anub'arak

Entonces ven una horribles criaturas.
-"¿Qué demonios son?" - Rey Arthas
-"Son los horrores de los que hablaban los enanos. Pensaba que eran sólo leyendas." - Anub'arak
-"¿Qué?" - Rey Arthas
-"Son los Sinrostro..." - Anub'arak

Sinrostro













-"¡No podemos eliminarlos a todos! Deprisa, caballero de la muerte, ¡por la escalera! ¡Deprisa!" - Anub'arak

Capítulo Siete, Tercera parte
Ascensión al Reino superior
Momentos después, en la entrada del Reino superior...

-"Se nos acaba el tiempo, Anub'arak. ¿Cuánto falta para la salida?" - Rey Arthas
-"No mucho. Hemos entrado en el reino superior. La salida debería conducirnos a la mismísima base del glaciar. Sin embargo, todavía hay trampas y escollos ocultos que superar." - Anub'arak
De repente hay un terremoto.
-"¡A cubierto!" - Rey Arthas
-"¡Arthas!" - Anub'arak
Arthas y Anub'arak están ahora separados.
-"¡Se ha derrumbado todo el pasadizo! No hay tiempo para excavar. ¡Tendré que moverme rápido y encontrar la forma de salir! Espero que Anub'arak y los otros hayan sobrevivido." - Rey Arthas

Arthas cruza un laberinto lleno de trampas y enemigos y por fin se encuentra con Anub'arak.
-"¡Anub'arak! ¡Lo has conseguido!" - Rey Arthas
-"Ahora entiendo por qué el Rey Lich te eligió como su campeón, caballero de la muerte. Pocos hombres habrían sobrevivido a ese laberinto solos." - Anub'arak

-"¡Ahora! ¡Rápido! ¡Por esa puerta! ¡La salida a la superficie está justo detrás!" - Anub'arak
-"Estaría bien volver a ver el sol." - Rey Arthas
-"Recuerda que en el mundo de arriba todavía nos esperan Illidan y la batalla verdadera. Esperemos que, con nuestra caminata por la oscuridad, hayamos conseguido el tiempo que necesitábamos." - Anub'arak
Arthas y Anub'arak salen a la superficie.

Al rojo vivo
Horas después, cerca de la base del Glaciar de Corona de Hielo, el Rey Arthas y Anub'arak llegan por fin al bastión principal del Azote.

-"Lo hemos conseguido, Anub'arak. Nuestras fuerzas están reunidas y a la espera." - Rey Arthas
-"Saludos, Rey Arthas. Ha llegado justo a tiempo. El ejército de naga y elfos sanguinarios de Illidan ha tomado posiciones en la base del glaciar y..." - nigromante
-"Aaaahh..." - Rey Arthas
-"Arthas, mi campeón. Por fin has llegado." - el Rey Lich
-"¿Señor?" - Rey Arthas
-"Hay una fractura en mi prisión, el Trono de Hielo, y mis energías están derramándose por ella. Por eso tus poderes han disminuido." - el Rey Lich
-"¿Pero cómo?" - Rey Arthas
-"La espada rúnica, Frostmourne, antes estaba encerrada dentro del Trono. La extraje del hielo para que encontrara su camino hacia ti... y te condujera a mí. Y así lo ha hecho. Ahora nos enfrentamos a un grave peligro. Mi creador, el señor demonio Kil'jaeden, ha enviado a sus agentes para destruirme. Si alcanzan el Trono de Hielo antes que tú, estaremos perdidos. El Azote se deshará. ¡Date prisa! Te concederé todo el poder que pueda reunir." - el Rey Lich
-"He tenido otra visión del Rey Lich. ¡Ha restaurado mis poderes! Ahora sé lo que tengo que hacer. Es hora de poner fin al juego... de una vez." - Rey Arthas

Capítulo Ocho
Una sinfonía de escarcha y fuego
Momentos después, en el bastión del Azote, el rey Arthas y Anub'arak elaboran sus planes finales para defender la cámara del trono del Rey Lich.

-"Se acaba el tiempo, Anub'arak. ¡Tenemos que entrar en la cámara del trono antes de que lo haga Illidan!" - Rey Arthas
-"La cámara del trono se encuentra en el pico helado del centro del valle. Sólo puede abrirse activando los cuatro obeliscos encantados que la rodean. Las fuerzas de Illidan ya se han atrincherado cerca de dos de ellos. Tendremos que hacerles retroceder y reactivar los obeliscos nosotros mismos." - Anub'arak
En el campamento naga.
-"Sentimos interrumpir vuestra meditación, señor, pero nuestras fuerzas están en posición." - Lady Vashj
-"¡Una vez abierta la cámara, destruiremos el Trono de Hielo como prometimos!" - Príncipe Kael'thas
-"Por fin ha llegado el momento. Hoy, el Azote llegará a su fin. ¿Me oyes, Arthas? ¡A su fin!" - Illidan Stormrage
De nuevo en el campamento del Azote.
-"Illidan se ha burlado demasiado del Azote. Es hora de que le devolvamos el miedo a la muerte." - Rey Arthas

-"¿Todavía estás enfadado porque te robé a Jaina, Kael?" - Rey Arthas
-"Tú te has llevado todo lo que era importante para mí, Arthas. La venganza es todo lo que me queda." - Príncipe Kael'thas

-"Hola, Arthas." - Illidan Stormrage
-"Pareces cambiado, Illidan. Supongo que la Calavera de Gul'dan no estaba de acuerdo contigo." - Rey Arthas

Arthas consigue hacerse con los cuatro obeliscos y abre las puertas del Trono de Hielo.
-"¡Lo hemos conseguido, Anub'arak! ¡La cámara del trono está abierta! ¡Éste es el momento del Azote! El Trono de Hielo es mío, demonio. Hazte a un lado. Deja este mundo y no vuelvas nunca. Si lo haces, te estaré esperando." - Rey Arthas
-"He jurado destruirlo, Arthas. ¡Hay que hacerlo!" - Illidan Stormrage
-"¡Jamás!" - Rey Arthas

La llegada de un largo período...
Cerca de la puerta, Arthas e Illidan se preparan para un gran combate. Arthas es el primero en atacar, pero Illidan le bloquea el golpe. Ambos luchan con todas sus fuerzas, sin embargo, Arthas aprovecha un descuido de Illidan, y le asesta un tajo que le deja gravemente herido. Arthas deja a Illidan en el suelo mientras se dirige al Trono de Hielo.









La ascensión
Arthas sube por las interminables escaleras del Trono de Hielo. Finalmente llega hasta la prisión de hielo que retiene al Rey Lich.
-"Devolved la espada. Completad el círculo. Liberadme de esta prisión." - el Rey Lich
Arthas agarra con fuerza a Frostmourne y le asesta un golpe a la prisión del Rey Lich. Ésta se derrumba y el yelmo del Rey Lich cae a los pies de Arthas. Él lo coge, y se lo pone.
-"Ahora, somos uno solo." - el Rey Lich
Ahora, Arthas, o más bien, en Rey Lich, permanece sentado en el Trono de Hielo, rodeado del helado desierto de Northrend.

Arthas el Rey Lich


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